Desde luego DOKKAN no hubiera sido DOKKAN sin este pequeño toque de ambientación. El reto consistía en comer un día entero con los palillos; la recompensa: progresar un grado en el nivel de entrenamiento samurai. El día acabó y muchos fueron los que alcanzaron la tan ansiada banda en el cinturón, pero…
Parece ser que o bien alguien pronunció aquella frase de “¿a que no hay narices?” o tal vez los acamados decidieron llevar la ambientación hasta las ultimas consecuencias, pero el caso es que fueron más de uno y mas de 20 los que usaron los palillos hasta el final (incluso durante las marchas).
¿Alguien se atreve a usar los palillos durante TODAS las acampadas de la próxima ronda? El reto esta lanzado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario