Un sensei es más que un maestro para un aprendiz; se podría decir que es casi como un padre. Nos transmiten todos sus conocimientos, corrigen nuestros errores y nos ayudan a progresar en nuestro camino hasta convertirnos en auténticos samuráis.
Pero llega un momento en el entrenamiento de cada samurai, en que el alumno debe superar al maestro. Se trata de un momento duro, pues enfrentarte a tu mentor no es tarea fácil.
La prueba de sumo, la cremallera humana, construir una presa en el río, superar la telaraña sin hacer sonar los cascabeles, desbordar el cubo trasportando agua con tu propio cuerpo, la prueba de las geishas, correr rápido como el viento sin que la hoja de papel se despegue de tu pecho, atrapar moscas con palillos para comer, la prueba de los dragones, la pirámide de samuráis…
Los senseis nunca se lo ponen fácil a los aprendices, pero con esfuerzo y afán de superación, los habitantes de DOKKAN fueron poco a poco venciendo las dificultades impuestas por sus propios maestros. Todo ello para demostrar al señor del vacío que eran dignos de portar el arma secreta del ejercito del vacío, el arma definitiva que permitiría proteger a la emperatriz y llevar el bien a todos los rincones de DOKKAN.
2 comentarios:
¿Y cuál es ese arma del que tanto habláis?
Paciencia amigo anonimo, si no tuviste la ocasión de ir a DOKKAN, en breve descubriras cual era el secreto del ejercito del vacio y su famosa arma...
Sigan atentos al blog!! =)
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