jueves, 18 de agosto de 2011

No sin mis palillos



Desde luego DOKKAN no hubiera sido DOKKAN sin este pequeño toque de ambientación. El reto consistía en comer un día entero con los palillos; la recompensa: progresar un grado en el nivel de entrenamiento samurai. El día acabó y muchos fueron los que alcanzaron la tan ansiada banda en el cinturón, pero…

Parece ser que o bien alguien pronunció aquella frase de “¿a que no hay narices?” o tal vez los acamados decidieron llevar la ambientación hasta las ultimas consecuencias, pero el caso es que fueron más de uno y mas de 20 los que usaron los palillos hasta el final (incluso durante las marchas).

¿Alguien se atreve a usar los palillos durante TODAS las acampadas de la próxima ronda? El reto esta lanzado.

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